El Baile Psicológico entre el Espacio y la Resolución de Conflictos

Autor: Guillermo F Rojas, Ariemo Life Coaching

Noviembre 06, 2023

Desde una perspectiva psicológica, el espacio es un elemento crucial en la compleja danza de la gestión de emociones, que, a su vez, ejerce una influencia significativa en la resolución de conflictos. Este artículo del blog profundiza en la relación psicológica entre el espacio y la resolución de conflictos, arrojando luz sobre cómo las emociones, el espacio y su interconexión influyen en el proceso de negociación.

Las Corrientes Emocionales en la Negociación

Tradicionalmente, las emociones se han considerado fuerzas disruptivas, capaces de secuestrar la racionalidad de la toma de decisiones en la resolución de conflictos. Sin embargo, la investigación contemporánea en este campo ha introducido un cambio de paradigma. Las emociones se entienden ahora como poseedoras de aspectos funcionales en la negociación. Según la perspectiva social-funcional, las emociones actúan como un medio de comunicación social, transmitiendo información esencial sobre los sentimientos e intenciones de un individuo.


En el contexto de la negociación, las emociones están lejos de ser irrelevantes. Cumplen dos funciones cruciales. En primer lugar, conducen a inferencias informativas y, en segundo lugar, estas inferencias tienen consecuencias conductuales significativas. En esencia, las emociones actúan como incentivos, influenciando el comportamiento de las demás partes involucradas en la negociación. Por lo tanto, pueden facilitar o dificultar la resolución de conflictos, dependiendo de cómo se gestionen y expresen.

En los últimos años, los investigadores han profundizado en cómo emociones específicas afectan el comportamiento de los negociadores. Emociones como la ira, la tristeza, la decepción, la ansiedad, la envidia, la emoción y el arrepentimiento han sido examinadas, tanto en términos de cómo se sienten como de cómo se expresan. Esta investigación ha descubierto perspicaces conocimientos sobre las complejidades de la dinámica de negociación.

Por ejemplo, la ansiedad, a menudo experimentada en respuesta a situaciones novedosas o amenazantes, puede llevar a resultados de negociación subóptimos. Desencadena la respuesta de huida, haciendo que las personas sean más propensas a abandonar la negociación, lo cual es contraproducente cuando se requiere paciencia y persistencia.

Por otro lado, la ira tiende a intensificar los conflictos, distorsionar las percepciones y aumentar la probabilidad de un estancamiento. Los negociadores enojados son menos precisos al evaluar sus propios intereses y los de los demás, y pueden recurrir a acciones perjudiciales o retaliatorias, en lugar de adoptar enfoques cooperativos que podrían mejorar el valor de la negociación.


Los espacios que habitamos tienen un profundo impacto en nuestro comportamiento psicológico, y esta influencia no debe subestimarse. La psicología ambiental o de espacio explora la interacción entre los individuos y su entorno, abarcando elementos como la iluminación, los colores, la configuración, la escala, las proporciones, la acústica y los materiales. Estos elementos involucran nuestros sentidos y generan una amplia gama de emociones y comportamientos.

Los principios de diseño, que incluyen el equilibrio, la proporción, la simetría y el ritmo, pueden introducir armonía en los espacios, creando un entorno propicio para una resolución efectiva de conflictos. Los colores tienen el poder de evocar sentimientos específicos y pueden alterar nuestra percepción del espacio. El tipo y la intensidad de la iluminación también desempeñan un papel crítico, influyendo en nuestro estado de ánimo y comportamiento.

La influencia de las emociones en el diseño del espacio es igualmente significativa. A menudo, las emociones se perciben como elusivas, pero cuando las personas sienten que tienen control sobre su entorno, se validan sus sentimientos emocionales. Un diseño que fomente la comodidad emocional y el cumplimiento puede contribuir a una resolución de conflictos más efectiva.

En conclusión, la resolución de conflictos está íntimamente ligada a nuestras emociones y a los espacios en los que negociamos. Comprender y gestionar las emociones son elementos esenciales de una resolución exitosa de conflictos. Además, reconocer la profunda influencia del espacio en las emociones y el comportamiento es fundamental para diseñar entornos que promuevan interacciones armoniosas y, por extensión, una resolución efectiva de conflictos.

Con frecuencia, la transformación de conflictos depende de la transformación de las emociones. Esto es especialmente evidente a través del concepto de "regulación emocional directa e indirecta", que destaca el impacto de las respuestas emocionales individuales en la reacción de un grupo ante un evento. Reconocer y gestionar estas respuestas emocionales se convierte en un componente esencial de la hábil resolución de conflictos, destacando la intrincada interacción entre la psicología y el espacio en el proceso de negociación.